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Un perro feliz, por Silvia Rodellar de INDICANS

Hoy os dejamos una entrada muy interesante del blog de Silvia Rodellar en su web de INDICANS ( http://indicans.cat/un-perro-feliz/ )

¿Te han dicho alguna vez que estás loco/a por vivir con un perro en un piso? ¿Te has sentido juzgado/a por tener que explicar que vives en una gran ciudad y acabas de adoptar a un cachorro? ¡A mí también me ha pasado!

Es por ello que una de las cosas que más me motivan es ayudar a las personas a entender cómo gestionar el día a día para que sus perros sean verdaderamente felices en familia. Tener mucho espacio en casa no es una excusa, disponer de poco tiempo tampoco debería serlo. Por otro lado, la base de una buena relación entre personas y perros no debería estar nunca basada en el miedo, pero tampoco en la falta total de límites. Deberemos encontrar el equilibrio a medio camino entre la anulación a base de estímulos aversivos y la ausencia de información clara, que puede llevar al perro a la sobreexcitación. Lo que siempre necesitamos como ingrediente es la implicación de al menos una de las personas que viven con el perro.



Algunos de los puntos más fundamentales a tener en cuenta para que tu perro sea feliz:


  • Socialización

Tanto si vives en la ciudad como en una zona bien tranquila, en algún momento te vas a encontrar con algo o alguien. Es por ello que deberemos acostumbrar a nuestro perro a ciertas situaciones más o menos probables en el día a día. Acostumbrarse puede pasar sin más en algunos perros, con mínimo esfuerzo, por mera repetición. En cambio, hay muchos casos en los que perros más sensibles, o con más tendencia al miedo (pasado difícil, genética, falta de experiencia, etc.), que deberemos ayudar a nuestro perro a aceptar aquello que nos va ofreciendo el paisaje: personas diversas, otros perros, animales de otras especies, sonidos, etc. Algo que la sociedad debe saber y que en muchísimos casos sigue sin haberse puesto en práctica, es la importancia de que un cachorro comprenda su mundo a través de la exposición gradual a los estímulos y situaciones (tráfico, personas, otros animales…) que formarán parte de su vida. No podemos mantener a un perro encerrado ni en un piso, ni en una gran casa, ni en una finca. Un perro debe salir, explorar, reconocer, superar.

  • Exploración tranquila

En relación al punto anterior para que un perro sea feliz, exceptuando casos muy puntuales, debe salir de su entorno habitual, tener la oportunidad de olisquear. No sirve con salir de casa 5 o 10 minutos, 2 veces al día, con correa a dar una vuelta a la manzana. Ese tipo de paseo es totalmente insuficiente. Lo ideal es recorrer zonas tranquilas sin correa o con una correa de 1,5 a 2 metros, dejarle hacer, evitar contínuamente hacerle avanzar, dejarle interactuar con otros perros siempre que los encuentros sean adequados (podemos aprender a reconocer cuándo sí y cuándo no). Es muy recomendable estar atentos al entorno y guiarle en caso de situaciones como: perro que no tolera otros animales, persona con miedo a perros, bicicleta, etc. No es lo mismo dejar hacer, que nunca proponer opciones. Para guiarle, entrenaremos con una palabra a la vez que le indicamos una dirección con el caminar de nuestro cuerpo.

  • Convivencia como animal social

No hay nada peor para un perro que verse aislado, sin un grupo social con el que convivir la mayor parte del tiempo. Esperemos conscienciar a toda la sociedad para que no haya más perros encerrados en el ja